domingo, 12 de febrero de 2012

Cuando el internet se va.

Pues estoy yo, aquí sentada un domingo haciendo pendejada y media en el internet, tweeteando y siendo víctima del acoso de muchos hombres al mismo tiempo.

"hombres necios que acosáis a Amber sin razón"

Cuando recuerdo que tengo que hacer tarea de la semana pasada de la cual depende mi calificación de teatro.

En fin, me siento como niña bonita a hacer mi tarea, que es un chingo y la cuál está escrita en una hoja por la letra de una compañera mía (a la que no le entiendo ni madres pero no puedo marcarle al celular porque mi mama me mata*); la cual ya no pudo hacer su tarea este fin porque yo tengo la hojita y eso me hace un mal ser humano.

Me pongo a escribir de la escenografía, y de pronto... ¡Se va el internet! Y como cualquier persona normal, entré en pánico y traté de volver a robar la señal de mi tío, en lo que mi mamá arregla los problemas con la línea y el servicio. Pero eso es otra historia.

Le digo a mi mama ¿Quien crees que ya no tiene internet para hacer su tarea? Y ella muy inocente me dice que no sabe.

En fin, espero un milagro y aparece el esposo de mi mama preguntando si estaba haciendo mi tarea o perdiendo el tiempo en el iPod. Yo muy cordialmente le respondo "¡No molestes estoy blogueando mi desgracia por la perdida de internet!"

El se acerca a ver que pasa y milagrosamente... El internet vuelve y el me ve con cara de "serás mentirosa" y se va. Y es en esos momentos en que pienso que alguien me esta piñado mientras escucho como música de fondo a mi pendejaventura a Foals.

*Historia de otra pendejaventura publicada en otro post.

No hay comentarios:

Publicar un comentario